De Stuttgart 2006 a Berlín 2024: Una vida siguiendo a la Roja
Autor: Jesús Bernal Álvarez
Seguir a la selección española desde 2006 no ha sido simplemente una afición: ha sido un viaje emocional, lleno de momentos inolvidables, alegrías, decepciones y una pasión que no ha hecho más que crecer con el paso de los años. No he podido estar presente en todos los campeonatos —por razones de tiempo, distancia o suerte con las entradas—, pero sí puedo decir con orgullo que he vivido en persona cuatro finales: dos Eurocopas (2008 y 2024) y dos Nations League (2023 y 2025).
Cada una de estas finales representa una etapa distinta de mi vida, pero todas comparten algo en común: el amor incondicional por “la Roja”.
Stuttgart 2006: El comienzo del viaje… sin entrada, pero con ilusión
Todo empezó en Stuttgart, durante el Mundial de Alemania 2006. No tenía entrada para el partido, pero aun así decidí hacer el viaje. Necesitaba estar cerca de la selección, vivir el ambiente de un Mundial y sentir por primera vez lo que era apoyar a España desde el corazón de Europa.
Pasear por la ciudad, encontrarme con otros aficionados, ver las calles teñidas de rojo y amarillo, y vivir cada partido desde fan zones y pantallas gigantes fue una experiencia inolvidable. Aunque no estuve dentro del estadio, supe ese día que seguir a la Roja sería parte de mi vida para siempre.
Viena 2008: El primer gran título
Dos años después, el sueño se hizo realidad. En la Eurocopa 2008, viajé a Viena, otra vez sin entrada para la final, pero con la misma fe de siempre. Y vaya si valió la pena: España se proclamó campeona de Europa tras vencer a Alemania, iniciando una era legendaria.
La ciudad era una fiesta. Viví la final junto a miles de españoles en las calles, en pantallas gigantes, entre cánticos y abrazos. Fue una explosión de emoción. No estuve dentro del estadio, pero estuve en el momento. Y eso nunca se olvida.
París 2016: Cuando también toca perder
En la Eurocopa 2016, esta vez con entrada, viajé a París con la ilusión intacta. Pero el fútbol es así: Italia nos eliminó, y la vuelta fue amarga. Aun así, el viaje no perdió su valor. Compartir la tristeza con otros aficionados, cantar incluso en la derrota y demostrar que estamos en las buenas y en las malas también forma parte del camino.


Nations League 2023 y 2025: Nuevos títulos, la misma pasión
La llegada de la Nations League trajo consigo nuevas oportunidades para ver a la Roja levantar trofeos. Estuve presente en las finales de 2023 y 2025, vibrando con cada minuto, disfrutando de estadios llenos de emoción y sintiéndome parte de una nueva generación de aficionados que también quiere hacer historia.
Dos finales más, dos nuevas ciudades, dos nuevos recuerdos para el corazón.
Berlín 2024: Volver a tocar el cielo
Este año, en 2024, el destino me llevó a otra final de Eurocopa, esta vez en Berlín. Como en Viena, no conseguí entrada para el partido, pero no podía faltar. Berlín fue una locura: las calles repletas, la emoción en el aire, la tensión previa al pitido inicial y la alegría compartida con miles de compatriotas.
Estar allí, dieciséis años después de aquella Euro mágica, fue cerrar un círculo. Otra ciudad, otra generación de jugadores, el mismo amor por unos colores.
Nations League 2025
Una historia que sigue escribiéndose
De Stuttgart 2006 a Berlín 2024, pasando por Viena, París, Róterdam y más, he seguido a la selección en las buenas y en las malas. He vivido el fútbol no solo como espectador, sino como parte de una comunidad que vibra, sueña y sufre con los mismos colores.
Cuatro finales, muchos viajes, incontables recuerdos… y una pasión que nunca se apaga. Porque ser de la Roja no es una moda ni una etapa. Es, simplemente, una forma de vivir.